Tenemos que hablar...

A veces un “Tenemos que hablar” es inevitable y más cuando ves que esa persona ya no hace nada por ti, cuando ves que eres tú el único que hace y haría todo por ella, cuando ves que das pero no recibes nada, cuando ves que tú eres el que sientes, pero esa persona no demuestra sentir nada… Un “tenemos que hablar” a tiempo, es más digno, que estar en una relación en la que te sientes sólo, triste, desmotivado, dolido y esperando que cambie una situación que sólo cambia cuando tú hablas con tu pareja, pero no porque ella haga algo para que cambien las cosas…  Un “tenemos que hablar” es doloroso, pero mucho más doloroso es seguir con algo que no te llena, que te da infelicidad, que no te completa, que te resta, que te exige a ser lo que no eres y todo para intentar volverle a gustar a aquella persona a la que claramente ya no siente lo que antes juraba sentir por ti… La decisión duele y más cuando quieres a esa persona, pero dolerá más y más si sigues con algo que te llevará a sufrir absurdamente, cuando puedes acabar con eso, llorar lo que tengas que llorar, desahogarte y luego cuando estés bien, volver a levantarte y seguir adelante, que a esta vida no hemos venido a llorar, ni a perder el tiempo con aquellos que no nos quieren, ni nos valoran…