El tiempo que tienes en este mundo y las oportunidades que te van surgiendo son como una piscina con agujeros: la vida te llenará la piscina hasta los topes y tendrá todo listo para que te tires al agua, a la vez hará varios agujeros y esto hará que mientras más tardes en tirarte más riesgos corras de que te pase algo, de que no tengas suficiente agua para amortiguar tu caída y luego te des un gran golpe… Sé que no es fácil confiar en alguien que ya te ha fallado una y otra vez, que no cumplió con su palabra cuando más lo has necesitado, que no estuvo allí cuando estabas cayendo y cuando estirabas la mano para que te cogiese y no te dejase caer, sé que es difícil creer en la palabra de alguien así, pero, dime: ¿entonces para qué estás otra vez con esa persona? ¿Ves sus cambios? ¿En verdad ha cambiado? ¿En verdad su palabra esta vez tiene validez? ¿Te vas a arriesgar a creerle sí o no? Y, si no es así, ¿para qué dejas que entre otra vez en tu vida? Mientras más tardes en decidir esto, puede que esa persona que lo esté intentando de verdad se harte porque piense que no l@ valores y porque esté cansad@ de que no creas en su palabra, así que o te lanzas y te arriesgas y vas a su lado o de una vez acabas con esto, l@ apartas de tu vida y sigues, pero no te arrepientas en el último instante, porque puede que sea muy tarde para volver a empezar…
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