Es difícil ser padre, pero también lo es ser hijo...

Qué difícil es ser madre o padre, ¿no? Sin saber cómo hacer para darle lo mejor a tus hijos, sin saber si tus decisiones son las correctas, sin saber si todo lo que haces por ellos cuando crezcan lo valorarán de alguna manera, sin saber si la educación que les das les harán buenas personas, trabajadoras, buenos padres, gente de bien, que tu ejemplo les ayude a resolver los problemas que tengan cuando sean grandes… ¿Y alguna vez alguien se ha preguntado lo duro que debe ser eso de ser hijo? ¿Creéis que es fácil? ¿Creéis que para un niño es fácil ver que sus padres se pelean, que se divorcian, que empiezan la custodia compartida y hacen el papel de paquete de una casa a otra? ¿Eso es fácil? ¿Que no se dan cuenta? ¿Alguien en verdad me puede decir que un niño no se da cuenta porque es tonto? ¡Y lo peor es que ni una parte ni la otra le explica qué está sucediendo porque no se quiere comer un marrón! ¿Creen que así a la larga no se comerán un problema? Ser hijo tampoco es fácil, ser madre o padre tampoco lo es, así que hablad las cosas, no escondáis los problemas, ni penséis que una persona por no ser vosotros no va a sentirse igual de mal o peor por lo que sucede, y no solo por una separación, también por los problemas económicos en casa, de malos tratos y demás, jamás le ocultéis a vuestros hijos lo que sucede, habladlo, a mí no me hablaron, y hasta después de muchos años no lo empecé a entender, pero mientras lo pasé fatal, habladlo por favor, no tengáis hijos y luego, cuando pasen los problemas, los apartéis de todo, así jamás crecerán, y pensarán que todo lo malo que pase en casa por vuestros enfados,  será por culpa suya... Sé que no es fácil para vosotros, pero tampoco lo es para ellos...