Muchos hemos pasado por situaciones que nos han mantenido enamorados como unos adolescentes, hemos pasado del paraíso al infierno sin saber por qué ni cómo empezó todo… Algunos se han enamorado otra vez, a pesar de haber pasado por situaciones por las que nadie te culparía por no volver a confiar en nadie, aún así, le echaron huevos y se volvieron a enamorar, empezaron a amar la vida, empezaron a ver la belleza de los detalles, de los más pequeños, otra vez la vida les empezó a gustar y gozaron de sus maravillas… Algunos han tenido suerte y este sueño ha continuado hasta volverse una realidad tangible, una realidad como el suelo que pisan; han tenido la suerte de despertar y encontrarse a esa persona a su lado y darse cuenta de que correr riesgos fue lo mejor que pudieron hacer. En otros casos el final no fue tan feliz y todo acabó, volvieron al bajón de antes y la desconfianza en las personas ahora es más grande que nunca… Cometen un gran error, tienen que despertar el poder de su mente y sus dueños. No perdáis la fe en la vida, en las personas, en los sentimientos, lo que no salió antes bien fue por algo, no todo tiene final, porque en cada final hay un comienzo, en cada pobreza hay una riqueza, en cada destrucción se nos ofrece la oportunidad de la creación y, si ese es tu momento, te toca no perder la fe, crear, construir, lavarte la cara y salir adelante… Despierta, que lo que ayer pasó hoy te puede dar la oportunidad de empezar una y otra vez… Tienes todo para que así sea, así que ¡venga!
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