Hay personas a quienes a veces debemos
recordarles quienes somos. Se trata de personas que no valoran a quienes tienen
a su lado, hasta que un día nos hartamos, les cogemos del brazo, les miramos a
los ojos y les decimos quienes somos, lo que valemos, lo bueno y lo malo que
tenemos y lo que estaríamos dispuestos a hacer por ellas… A veces también dan
ganas de decirles lo increíblemente egoístas, maleducadas y absurdas que son
nosotros, a pesar de que hacemos cuanto podemos por intentar entenderles… A
veces te hacen sentir que tú eres el culpable de sus miedos, y muchas veces por
amor les das la razón, pero eso es lo más injusto que te puedes hacer… Cuando
vuelvas a estar delante de esa persona, dile quién eres y dile quién es para
ti. Si la quieres, díselo, deja todo esto muy claro y si aún así no reacciona,
no queda otra que preguntarle qué coño le pasa y por qué no se deja querer. Si se
lo dices de corazón y mirándole a los ojos, espera su respuesta y luego sabrás
qué hacer, si vale la pena hacer algo, hazlo y si no, deja de pelear y aléjate
para siempre, pues si te quedas sólo sufrirás…
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