Abre los ojos...

A veces, no puedes ver en tus ojos lo que tú mismo te tapas para no ver; a veces crees que es mejor no creer en que existe algo mejor; a veces es mejor, según tu, creer que todo lo que venga para ti es una pérdida de tiempo; a veces somos tan tontos que nos metemos en una cúpula de cristal para que nadie ni nada entre en ella, pero nos ven, nos observan y no entienden por qué no queremos sentirnos mejor. A veces deberíamos aprender a dejar esa maldita cápsula, ver más allá de las terribles cosas que, según nosotros, nos pueden ocurrir, para poder ver las cosas que nos estamos perdiendo por nuestros absurdos temores. A veces sé que tenemos miedo, porque estamos hartos de que jueguen con nosotros, de que nos decepciones, de que hagan puré con nuestro corazón, y yo te pregunto: ¿crees que temiendo a todo y a todos tú también no le harás puré el corazón a aquella persona que sí quiere hacerte feliz, pero tú no te fías, ni quieres nada y lo dejas pasar porque para ti no es más que uno más que te quiere engañar? No toda la gente busca aprovecharse de ti, ni te han hecho para vivir infeliz por siempre, y más cuando llegue el día en el que tengas la oportunidad de poder serlo…  

Una mañana despertarás y no sabrás dónde estás, habrás tenido un sueño de esos que te enseñarán cómo tener todo lo que querías, será tan real que incluso saborearás todo lo que este te dio y, al despertar, te darás cuenta de que solo fue un sueño. Y yo te pregunto: ¿por qué tu vida no puede ser como ese sueño? No hablo de ser rico, famoso y demás frivolidades, hablo de sentirse genial, de ser feliz, de tener tranquilidad, de tener algo importante, de hacer algo importante, ¿acaso eso es tan difícil? ¿No es más difícil saber qué quieres hacer y no hacerlo? ¿Por qué no crees que seas capaz? Por favor, haz algo, no seas otro cobarde más que se quede a las puertas de sus sueños…