La vida nos obliga a parirnos una y otra vez...

No tengas miedo a las dificultades que tenga la vida, ni te asustes por tener la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significa abandonar otros, pero esta es la vida, escoger por dónde vas y, ya que tomas esa decisión, ir con ella hasta el final. Si sabes lo que tienes que hacer y no lo haces es que estás peor que antes, aprovecha el ser un privilegiado en saber qué hacer para ser feliz. A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota. Las abejas trabajan en las flores, trabajan en su panel, crean la miel, y el ciclo vuelve una y otra vez, son felices con lo que hacen, ¿por qué tú no eres feliz si tienes más opciones que crear un panal y solo generar miel? ¡Venga,  hay que espabilar! Por cierto, qué buena está la miel de las abejas, qué haríamos sin ellas... Ahora llegó el momento de evitar que nos sigan carcomiendo las locuras del día a día, de este día, y toca recargar pilas, cuando por fin la luz del día se ha ido y abandona tu día, y sientes que ahora soñarás que te saldrán alas para ir volando donde quieras estar, y así nunca te quedarás solo donde estás. Recuerda que un día fuiste feliz, si es que ahora no lo eres, y siente que ya no eres prisionero de estar sin luz en tu vida, y ahora toca abandonar tus malos rollos y seguir volando con el viento, hasta donde te deje volar tu imaginación. Vuela y vuela, hasta perder la memoria... 

Muchas veces las cosas no se le dan al que las merece más, sino al que sabe pedirlas con insistencia, y por eso dejamos pasar muchas oportunidades de la vida, porque en el fondo siempre pensamos que no nos la merecemos, pero tú ¡insiste! Y recuerda bien que los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez...