Una buena recompensa...

Aprende algo muy importante en la vida: aprende a no hacer daño a quien dices querer, a apoyar a esa persona sin que esta lo pida, a ayudarla sin que lo necesite, pero que sienta que cuando le haga falta habrá una mano tendida, por lo que fue, por lo que es y por lo que será, ya que la humanidad en nosotros no debe desaparecer por lo que antes haya pasado. Hacer lo correcto te hará libre, hacer putadas te volverá esclavo de ti mismo y de la mierda que regales a la gente. Tienes que olvidar las luces que se apagan en tu camino y dejas atrás, y ver y valorar más las nuevas luces que te den, las que estén delante y te den a escoger lo bien o lo mal que lo puedes hacer en esta vida. Aunque tu corazón se haya roto en mil pedazos, habrá forma de poder reconstruirlo, poco a poco, y con mucha fuerza, hasta hacerlo tan fuerte que sea capaz de soportar lo que sea. Ahora disfruta de la chispa que te regale la luz de un nuevo comienzo, de levantarte de donde estés, de una nueva forma de ver la vida y de apagar ese fuego que te queme por dentro. Solo tú eres capaz de brillar en la obscuridad y decirte a ti mismo «lo estoy haciendo bien, aunque duela lo que sucede ahora, lo estoy haciendo bien», tu recompensa (si la buscas) es hacer feliz a aquella persona que se lo merece...