Muchas personas se comen la
cabeza, planificando cómo será su vida en el futuro, hacen de todo para que el
futuro sea perfecto, para que no les falte de nada, trabajan doce horas al día
dejándose la piel, perdiendo todo lo que hoy les ofrece la vida para tener una
buena vejez, sacrifican lo insacrificable con tal de que mañana tengan de todo, intentan incluso predecir cómo les irán las cosas,
calculan todo tipo de escenarios y hacen de todo para tener los menos golpes
posibles… Pero ¿y el presente? ¿Qué pasa con nuestra juventud? ¿Con lo que
ahora nos da la vida? ¿Qué pasará mañana cuando tengamos setenta años y miremos
hacia atrás y nos demos cuenta de que nos hemos pasado años y años tirando los
mejores años de nuestras vidas para tener una supuesta vida maravillosa? La
vida hay que disfrutarla desde que recibes la primera bocanada de aire, desde
que sales del vientre de tu madre. En el futuro y en el pasado muchas veces es
donde habitan nuestros miedos y desconfianzas más jodidas y en donde nuestras
esperanzas luchan por seguir en tu vida… Solo te digo una cosa: cuando llegue el
futuro y tú te des cuenta de que has perdido la mejor parte de tu vida, será
cuando ruegues al cielo volver atrás para hacer lo que hubieses querido antes,
pero eso es algo que ya no podrás hacer nunca más, así que disfruta tu hoy, que
mañana será tarde para hacerlo…
No hay comentarios:
Publicar un comentario