Cuando todos los
días resultan iguales es porque hemos dejado de percibir las cosas buenas que
surgen en la vida cada vez que el sol cruza el cielo... Creo y estoy seguro de
que no todos los días son iguales, ni que la vida es tan injusta como creemos,
ya que nos va dando pequeñas oportunidades para cambiar nuestro presente y
mejorar poco a poco nuestro futuro, lo único que nos queda para poder intentar
ser más felices cada día es aprender a aprovechar estas oportunidades... Hay
que sonreír cada día, que vale la pena hacerlo...
Cuando hables con esa persona, habla con el corazón, habla con tus
entrañas, con tus deseos, con tus ojos, con tu boca, con tus sentimientos y
deseos, demuéstrale lo que sientes con acciones, con detalles, con tu verdadera
forma de ser, enséñale tu mejor versión, enséñale lo mucho que tienes para dar ayudarle a que sea más fácil. Dale un tiempo si hace
falta, hazlo suave, hazlo despacio, no vayas a toda máquina, tú sabes lo que
tienes para dar, tienes que ayudar a que la otra parte sienta esa ilusión. A
veces no es tan fácil después de un infierno que puede que hayan vivido
mostrarle las puertas del paraíso; no será fácil pero si lo haces bien para que
se asemeje a la perfección, si amas o quieres de verdad, si quieres que esto
funcione y sabes lo que quieres, sigue en tu lucha, sigue las señales, ellas te
indicarán qué hacer, ellas te harán demostrar tu verdad, pero no te desvíes, no
la líes, no cometas errores, no metas la pata por intentar ir a toda prisa, ya
sabes que las cosas hay que hacerlas con buen ritmo y poco a poco, tendrás que
tener una buena base, ten paciencia y verás qué bien te va…
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