Cuando esa persona se va…

Todo en esta vida tiene solución, menos la muerte. Nos pasamos la vida preocupándonos por el trabajo, por la casa, por los hijos, por los amigos, por lo que haremos en las vacaciones, por el fin de semana, por el dinero, por cosas absurdas, incluso algunas personas llegan a pensar que cuando se acaba una situación sentimental lo mejor es morirse para dejar de sufrir. Cuando me dijeron que tenía una enfermedad que me podía matar, empecé a ver las cosas de otra manera. Empecé a valorar a la gente que me quería y que cada día me lo demostraba. Empecé a darme cuenta que preocuparme por el dinero, no haría que el dinero apareciese. Empecé a buscar soluciones, no me rendí y empecé a reinventarme para salir de aquella situación. No es fácil cuando un médico te pone un reloj con la marcha atrás, y menos cuando vez que cada día te queda menos tiempo. Cuando ocurre eso, es cuando te das cuenta que debes quitarte los miedos y hacer todo lo que no eras capaz de hacer. Cuando ves que el tiempo se va, te das cuenta que no puedes dejar para mañana lo que puedes hacer hoy, porque puede ser que tú no tengas un mañana. Si la gente viviese cada día como si fuese el último día de su vida, dejarían de perder el tiempo, amarían más la vida y dejarían de preocuparse por estupideces por las que es una pérdida de tiempo preocuparse. Cuando una persona se va, de repente llegan pensamientos a tu cabeza que te dicen que podrías haber hecho más cosas con aquella persona, por desgracia eso sólo lo vemos cuando esas personas ya no están y ya no hay nada que podamos hacer. En lugar de tanto whatsapp, de tanto mensaje frío y de tanta ciber-estupidez, deberíais quedar con vuestra gente, porque no sabéis si mañana lo vais a poder hacer, pues la muerte es implacable, llega cuando menos te lo esperas, y si eso pasa, os prometo que os arrepentiréis durante el resto de vuestra vida…