Muchas
veces despertamos de nuestro letargo pensando que lo que hacemos por un lado
está bien. Por desgracia siempre, casi siempre, mientras hacemos algo muy bien
por un lado, por el otro creamos fugas, fugas de amor, de cariño, de amistad,
de descuidar a quien debes cuidar, y a pesar de que crees que estás haciendo
algo para cuidar a esa persona por un lado, por otro puede que la tengas tan
descuidada que llega el momento en que esta persona se harta de ti y te deja,
cosa que no entiendes, porque en tu entender estabas haciendo las cosas bien,
pero desgraciadamente no es así... La vida te enseña a vivir a golpes, duros,
leves, suaves, pero a golpes, aprendemos como aprenden los perros, porque así
es la vida, una vida de perros a veces, y otras no, pero para no llegar a tener
una vida de perros primero te tocará sufrir las consecuencias de tus
inexperiencias y darte cuenta de que muchas veces la buena intención que tengas
en hacer algo no será suficiente para hacer todo... Por más heridas que tengas,
no te desangres, no te caigas, no te quedes sin aliento, siempre hay algo en
esta vida que nos devolverá la ilusión, y así poder salir del agujero en donde sea
que estés...
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