Puede
que al ser humano le cueste más que a ningún ser vivo ser feliz. Puede que la
confianza, la sinceridad y la gratitud no tengan nada que ver con eso que nos
han inculcado de lo felices que tenemos que llegar a ser algún día. Puede que ser
agradecido y valorar cuanto tienes, a quien tienes y a quien te quiere
signifique que sabes apreciar las cosas y estás contento con la suerte que
tienes. Puede que la felicidad radique en que tengas que aprender a valorar tus
victorias, a disfrutar de tu lucha, a disfrutar de esa persona que lucha por
ti, a admirar todo lo que implica vivir con la moral muy alta y a intentar ver
más allá de tus desgracias pasadas para dar paso a lo que la vida te tenga guardado,
y que cuando estés listo podrás disfrutar. Pero si tardas, muchas veces, eso
puede irse y tal vez no regrese, y des paso a perder esa oportunidad que tanto
querías que llegase a tu vida… Quizás habrá que estar agradecidos de lo que nos
da tranquilidad, de que existan personas que nos quieran por lo que somos, por
lo que hacemos y por lo que valemos… Al final del día, lo que importará será el
hecho de no haber caído en ninguna de las trampas que nos pone la jornada, y si
llegas vivo a casa será suficiente motivo para que lo celebres… Así que deja de
vagar por el mundo pensando en que eres infeliz, cuando la felicidad está en
los pequeños detalles que cada día te regala la vida…
No hay comentarios:
Publicar un comentario