El egoísmo en el mundo cada día está más engrandecido por esa maldita palabra llamada crisis, de la que algunas personas se aprovechan para hacer lo que les da la gana, te hacen ser una persona fuerte, y así evitar que nadie se aproveche de ti, mostrándole al mundo que todas tus heridas solo son superficiales, porque eres duro como una piedra… El problema es que la mayoría de las heridas son realmente profundas, más de lo que nos podemos imaginar, y no podemos verlas a simple vista porque estamos ocupados evitando que nos hieran más y más, y muchas de estas se vuelven más profundas por sorpresa, mientras tú vas curando otras que pensabas que estaban aún peor… El secreto de poder curar cualquier herida es buscar a fondo el verdadero origen del daño y sacarlo de una vez, para evitar que te vuelva a sangrar, y, cuando te hayas curado, te darás cuenta de que no te volverá a hacer daño nunca más… La vida está llena de golpes y de baches en los que podemos salir heridos y podemos caer, pero tu fortaleza y fuerza de voluntad que jamás debes perder para seguir es lo que te hará alcanzar todo lo que te propongas, por más jodidas que estén las cosas…
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