Dedicado a esas personas que se quejan de su soledad, de que sus vidas no tienen ilusión alguna y, cuando les llega, les da miedo hacer algo…

La ilusión es el combustible principal que tenemos todos para que esos sueños que tenemos podamos cumplirlos, para que esos deseos que tenemos de ser felices, de sentirnos amados, queridos, deseados y valorados se hagan realidad, pero el miedo a intentar hacer algo, aunque estés ilusionado, hace que dejes de intentar de hacer lo que sabes que debes hacer, y es absurdo no hacer nada, ya que por fin puede haber llegado a tu vida eso que tanto querías, esa persona que está lista para darte todo, y lo más triste es que sabes que tú lo estas, y hasta te ilusiona la situación, pero tus miedos al fracaso hacen que des un paso atrás y dejes pasar esa oportunidad. Créeme, las oportunidades llegan una vez, y están ahí para ti, pero nada es para siempre, y si no las coges tú las cogerán muchas otras personas que les interese vivir a tope la vida… ¿Y qué más da si sale mal? ¿Acaso no es mejor intentar mejorar tu vida, disfrutar de esa ilusión, y llegar a decir si tuviste los huevos u ovarios para hacerlo, para arriesga, y ganaste? Y, si no es así, por lo menos no te arrepentirás de no haber movido ficha, y de ser otro cobarde que ve las oportunidades y por miedo a mojarse los pies no se lanza a la piscina al pensar que se ahogará… La vida nos da a todos oportunidades, y es como un tren que llega a su hora y solo esperan un tiempo para que te subas, te ponen el destino, y, si sabes que ese destino te llevará a lo que tanto querías, ¿lo dejarás marchar? ¡No me jodas y súbete de una vez!