De pequeños siempre soñábamos con ser
mayores para hacer lo que nosotros quisiéramos, ya que envidiábamos a nuestros
padres, porque, según nosotros, hacían lo que a ellos les daba la gana. Poco a
poco fuimos creciendo y nos inculcaron que tendríamos que asumir
responsabilidades, algunas no nos gustarían nada, otras nos vendrían ya impuestas al nacer y otras las tendríamos que asumir porque
sería uno de los pasos para seguir creciendo, pero en estos tiempos en los que
nos tenemos que comer muchísima mierda, bajar la cabeza y soportar muchas
mierdas para mantener a nuestras familias o a nosotros mismos, nos damos cuenta
de que la responsabilidad es un auténtico asco, y por desgracia cuando te
enteras de que tienes una responsabilidad y no puedes renunciar a ella es
cuando te das cuenta de que te has hecho mayor y esos sueños que tenías de niño
se esfuman y se vuelven una realidad de la que no puedes escapar… Siempre
esperamos que alguien pueda comprender lo que sufrimos, las consecuencias de
nuestros actos y de nuestro comportamiento, el cual radica en esas cosas que
soportamos día a día para no fallar a nadie… Aún así, sigo pensando que el ser
mayor tiene sus ventajas, como el que podamos hacer algunas cosas que antes nos
tenían prohibidas, el tener sexo cada vez que podamos, el no tener a nadie que
nos diga qué está bien o qué está mal, y al final te das cuenta de que no solo
has crecido para adquirir responsabilidades, también para vivir la vida como
puedas y que nadie más que tú pueda juzgarte por tus errores… Así que a
disfrutar, que ya somos esos adultos que queríamos ser de pequeños…
No hay comentarios:
Publicar un comentario