Entramos
en este mundo solos y llegará el día en que nos vayamos solos, pero en el medio
de esta llegada y salida tenemos una vida que disfrutar, que vivir, en la que
tendremos que crecer, aprender, llorar, sufrir, reír, enamorarnos, en la que
aprenderemos a hacer el amor, a casarnos, a tener hijos… Para algunos, el
matrimonio no será para toda la vida, como esperaban, para otros será para
siempre… No porque lo dejes con alguien debe ser el fin del mundo, tal vez si
ya no está a tu lado es porque esa persona solo tendría que ser parte de tu
vida por un tiempo, para cumplir una misión, y nada más… Para entender mejor la
vida necesitamos ayuda, necesitamos apoyo, necesitamos que nos escuchen, que
nos valoren, que nos quieran, que nos amen, necesitamos dar lo mismo a otras
personas, necesitamos sentirnos útiles en todo, importantes, necesitamos aprender
que, si queremos ser queridos, antes nos tenemos que querer a nosotros mismos...
A veces olvidamos lo conectados que estamos a los demás, a veces pensamos que
la mejor solución es pasar esta vida en soledad quejándonos de todo, sin mover
un dedo para aliviar las penas… ¿Por qué en vez de elegir eso no gastas tus
energías en hacer algo para no sentirte una mierda? ¿Por qué tienes que depender
de las decisiones de los demás, incluso para ser feliz? Siempre te quedará
elegir algo que sea mejor para ti, algo que te haga sentirte menos solo y más
valorado de lo que estás ahora... Total, si hemos venido solos, y nos iremos
solos, ¿por qué no aprovechar este intermedio en intentar ser feliz con alguien
que en verdad sea un complemento para tu vida, que te haga sonreír y que te
haga ver la belleza de la vida, en lugar de estar con alguien que solo te hace
pensar todo lo contrario?
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