Esperamos el retorno de aquella persona, situación, o lo que sea que antes tuvimos, esperamos que las cosas vayan incluso mejor que antes, ponemos de nuestra parte y echamos toda la carne en el asador para que así sea, pero muchas veces no es así, y no podemos seguir perdiendo el tiempo esperando algo que tal vez no llegue nunca, por eso creo que deberías hacer planes paralelos a esa esperanza que tengas, planes para cuando te des cuenta de que lo que esperas no llegará, y así puedas empezar nuevas experiencias, vivencias, y dejar de perder el tiempo y ver lo inútil que muchas veces es dar lo mejor de nosotros a alguien que no lo valora, pues eso te hará perder la fe y la esperanza en las personas, cosa que no debería ser así, porque este mundo está lleno de posibilidades, de situaciones que te pueden hacer darte cuenta de lo grande que eres… Sé que es duro porque esperas que la persona o la situación en la que estés te valore como esperas y que mereces por tus mejoras, y tal vez lo haga un día, que por desgracia sea tarde en todo para ambos, pero vivir así no es vivir, es sufrir día y noche, y al final para ver que has perdido meses y años esperando algo y perdiendo tu vida injustamente…
Nuestro corazón tiene el tamaño de un puño cerrado, capaz de latir setenta veces por minuto. El de una persona enamorada llega sin darse cuenta a cien latidos. El corazón es el último órgano que llega a morir después de que nos vamos de este mundo. Con los problemas que vivimos día a día, nuestro corazón es el órgano que más sufre, cuando no quieres sufrir más, es a este al que debemos de mimar para evitar sucumbir en una profunda depresión que puede matarte poco a poco. Este viaje que llamamos «nuestra vida» está hecho para que vivamos todo tipo de experiencias, que nos harán sufrir, reír, llorar, y tener todo tipo de sentimientos, y para ser felices solo debemos intentar vivir de tal manera que no tengamos que arrepentirnos de nuestros actos…
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