Cuando acaba el día, lo que todos deseamos es tener a ese alguien especial cerca. Guardar las distancias y fingir que no te preocupan los demás no es más que mentir. Elegimos a las personas que queremos que estén cerca y, cuando las hemos elegido, nos quedamos junto a ellas, aunque a veces sin desearlo les hagamos daño con nuestras tonterías. La gente que se queda contigo cuando el día llega a su fin es la que merece la pena conservar. A veces, la invasión de tu espacio personal es lo que necesitas…
Hay momentos que nos recuerdan a esa persona de la que ayer éramos su ilusión y ahora solo un recuerdo, una situación muy dura y más cuando aún sientes algo… A veces estamos en el mismo sitio y justo a la misma hora, y casi puedes oír su voz, casi puedes tocarla. Queremos creer que sabe que estamos allí y que desee venir a nuestro lado. A veces solo eso te queda, solo momentos con tus seres queridos. Pero pasan página y tú no quieres que la pasen, y aún así es todo lo que tienes, momentos que debes disfrutar al máximo…
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