A veces no nos damos cuenta de lo
cansados o heridos que podemos estar, pensamos que viéndonos fuertes cada día
somos invencibles, ídolos, capaces de hacer todo lo que nadie más puede. Muchos
para llegar a esto hemos tenido que pasar por muchas cosas muy duras, y por eso
los problemas del día a día te los tomas con más tranquilidad, que no significa
que les quites importancia… Mientras intentamos vivir de la mejor manera
posible, a veces los ruegos que le hacemos al cielo surten efecto y nos mandan
ángeles terrenales que, desde que los conocemos, nuestra vida cambia, la
ilusión vuelve y las ganas de hacer de todo vienen como un tsunami, y no
quieres parar hasta hacer todo lo que antes no te atrevías, porque gracias esa
persona te sientes imparable… Sé que mucha gente no entenderá por qué eres tan
fuerte, a veces frío, a veces tan duro, por eso no te queda otra que cuando
conozcas a esa persona que merezca saber quién eres, te presentes, le digas
quién eres, no calles nada de tu pasado, le digas qué es lo que quieres de la
vida, qué quieres hacer juntos, qué habilidades tienes, demuéstralas y hazle
ver que estás dispuesto a todo con tal de ser felices juntos y poder cumplir
vuestros sueños… No es tan difícil cuando quieres a una persona de verdad, no
tienes que ser rico para hacer todo lo que quieras, un picnic en el parque, a
la luz de una vela, con esa persona, puede ser la mejor cena, ya que estarías
con la mejor compañía, pero no creas que por no tener grandes cosas no serás
capaz de crear grandes recuerdos, porque los grandes recuerdos los crean
grandes personas como tú y como esa persona que quieres que esté a tu
lado…
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