La gente cuando quiere a
alguien en verdad promete dar todo lo que tiene, promete cuidar y respetar a su
pareja, promete estar con esta en la salud, en la enfermedad, en la pobreza o
en la riqueza, promete ser su mejor amigo, ser fiel en todos los sentidos,
promete muchas cosas y en ese momento son optimistas pensando en que así serán
las cosas en el futuro, a veces las cosas se tuercen y se complican y hacen que
las promesas solo queden escritas un día en el que se comprometieron, a veces
todos intentamos hacer que las cosas así sean, luchamos para que nuestras
palabras tengan validez, aunque la otra parte se haya olvidado de lo que un día
te dijo y pase de todo. A veces es mejor no prometer nada, soy de las personas
que piensan que un hecho tiene más validez que mil palabras; cuando estoy con
alguien, le demuestro lo que siento por esa persona con acciones, no con
promesas, las palabras se las lleva el viento, pero tus obras quedan ahí para
el recuerdo… Puede que las cosas no te vayan como crees, puede que ni
esmerándote las cosas lleguen a ser como esperas, pero tú lo haces, eres
valiente y saltas, das ese gran paso y te arriesgas, en ese momento te
conviertes en tu propio héroe… La felicidad real de una persona no radica en el
dinero, ni en el amor de otra persona, no radica en que tengas el mejor
trabajo, ni en que seas el/la mejor del mundo en hacer lo que haces, la
felicidad verdadera la encuentras cada día por la mañana cuando te levantas y
te miras al espejo y te das cuenta de que estás vivo y que tienes una nueva
oportunidad para poder hacer lo que durante el día no te dejaron hacer…
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