Muchos llegamos a donde
estamos llenos de cicatrices invisibles, que solo pueden ver aquellas personas
que las quieren ver, cicatrices que no solo están sobre nuestra piel, habitan
en nuestras almas, en nuestros corazones, cicatrices que, si las saben ver, dan
a conocer nuestra historia y cómo estamos en pie delante de la gente que nos
quiere conocer de verdad… Para aprender a que las
heridas cicatricen, debemos aprender cómo curarnos, cómo evitar seguir
sangrando, así evitaremos que el dolor siga y así la herida se cierre de una
vez y podamos vivir como nos dé la gana… Las viejas heridas nos enseñan lo que
hemos pasado, lo que no debemos permitir que nos pase, y por eso nunca debes
borrarlas, déjalas como un recuerdo y míralas de vez en cuando para que nadie
te vuelva a hacer lo mismo… En la vida hay cosas que debemos aprender una y
otra vez, en la vida pasaremos miedo a muchas situaciones, no te sientas mal
por sentir esto, eres humano, si no sintieses miedo a nada es lo que debería
preocuparte, porque entonces serías una máquina fría y sin sentimientos y eso
te alejaría de aprender un día a curar las heridas de guerra que tienes en el
cuerpo y todo habrá sido para nada… Yo personalmente tengo muchas cicatrices y
con el tiempo aprendí a curarlas, no ha sido fácil aprender a curarme, pero
hubiese sido peor el no haber aprendido nada y vivir sangrando todo el tiempo…
La vida es jodida, ¡pues sí! pero ¿haces algo para que no sea así? Espero que
hagas lo mejor para ti, que ya toca que te esfuerces un poco para estar
orgulloso de lo que haces por ti mismo...
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